Por Cristián Carrasco, Jefe Comercial en Rom Mayer
Como organización, no puede permitirse dejar la seguridad de sus datos al azar. El impacto empresarial podría ser astronómico, podría provocar pérdidas de ingresos, interrupciones operativas y el robo de datos.
Los ciberdelincuentes son más hábiles que nunca y buscan formas de entrar en las redes o sistemas, es por eso que las organizaciones deben hacer más para saber quién está en su red y qué hace en ella.
Esto significa que, además de aplicar políticas de ciberseguridad estrictas, también hay que tomar medidas proactivas para reducir los riesgos.
Cuando se cree que no se corre riesgos, no se dedican los recursos, el dinero y la formación necesarios para proteger la empresa. Sin embargo, cada organización debe asumir que convertirse en víctima de un ciberataque es una situación de cuándo, será o no víctima y luego tomar las decisiones de negocio para mantenerse protegido.
Estrategias para hacer frente a los retos de ciberseguridad
Y ya sabemos que la seguridad no es una solución universal, pero si existen estrategias que se pueden aprovechar para hacer frente a los constantes retos de ciberseguridad. Te dejo aquí algunas de ellas:
- Cifrar los datos y crear copias de seguridad, además, asegurarse de que todos los datos confidenciales están encriptados. La encriptación de datos limita el acceso a los datos y garantiza que personas no autorizadas puedan leerlos.
- Hacer que los empleados conozcan las principales formas de ataques a la ciberseguridad y las mejores maneras de prevenirlos.
- Las actualizaciones de software y sistemas no sólo añaden nuevas características, sino que también corrigen errores y ayudan a parchear fallos de seguridad y vulnerabilidades.
- Utilizar contraseñas complejas y desplegar estrategias de autenticación multifactor.
- Analizar la superficie de ataque para determinar el panorama de amenazas, identificar todas las brechas de seguridad y reducir los vectores de ataque.
- Identificar y priorizar los activos críticos a medida que evolucionan, sometiendo continuamente el entorno a pruebas de estrés y mejorando constantemente las capacidades de respuesta.
- Realizar una evaluación de la seguridad física y determinar si la infraestructura crítica está a salvo.
- Instalar un interruptor de seguridad es una forma estratégica de protección reactiva en la que el departamento de TI apaga todos los sistemas en cuanto detecta algo sospechoso hasta que resuelve los problemas.
- Analizar con frecuencia todos los registros de los servidores y realizar auditorías del marco de ciberseguridad para asegurarse de que la integridad está intacta.
- Invertir en herramientas de análisis forense de red que analicen el flujo de información a través de la red.
- Instalar Firewalls. Un sistema fiable protegerá eficazmente de los ataques brutos o evitará que los incidentes de seguridad causen daños irreversibles. Además, supervisan el tráfico de la red para identificar cualquier actividad sospechosa.
Al adoptar estas medidas se reduce la probabilidad de sufrir algún ataque malicioso, sin embargo y teniendo en cuenta las tendencias actuales, las mayores lagunas en las posturas de seguridad provienen de los datos personales de los empleados en la nueva fuerza de trabajo híbrida. Los atacantes se dirigen a estos a través de canales de comunicación personales menos protegidos, como WhatsApp, Gmail, Facebook, Snapchat, entre otros. La mayor amenaza para cualquier empresa es el factor humano. Por eso, proteger el lado humano en la postura de seguridad es quizás la mejor manera de estar siempre protegido.
Durante este año y los siguiente estaremos viendo nuevas amenazas, tecnologías y retos empresariales que quizá no teníamos contemplados. Pero cuando se está preparado, es más fácil hacer los cambios necesarios en cuanto surgen las sorpresas. Planifique su postura de seguridad con Rom Mayer, consulte con nuestros expertos para brindar protección a su negocio y a sus datos.